30 noviembre 2006

¿Hasta dónde se conoce a una persona?

Permítanme ponerme un poco filosófica y trascendental… Este último mes, ha sido algo complicado (por llamarlo de alguna manera) en lo que respecta a uno de mis entornos más inmediatos.
Las complicaciones, lejos de irse arreglando, han ido empeorando casi por minutos.
Se dice que en momentos de adversidad, uno sabe y valora la verdadera amistad, en definitiva, que cuando uno lo pasa “jodido”, es cuando de verdad se da cuenta de quién es y quién no un/a verdadero/a amigo/a.
Si todo esto es cierto, ¡que chungo está el mundo carajo!
Mi cotutor (D Marcos), siempre me ha recalcado la diferencia entre un compañero de trabajo y un amigo. Y últimamente, se empeña mucho, mucho en recalcarme la diferencia entre un compañero y un “presunto” compañero…
Me molesta en mi orgullo propio, darle la razón porque ilusa de mí, aún creía en la humanidad, en la justicia, en definitiva en las personas…
Puede ser que esté pecando de pesimista pero, cuantas decepciones juntas, cuanto desengaño junto, y sobre todo, cuanta persona desconocida o mejor explicado, cuanta reacción desconocida de personas que sí creía conocidas…
¡Un rollo! ¿no? Todo lo que puedo contar es que he sido semi-testigo de cómo se ha manipulado a un gran grupo de personas (y como ellos se han dejado manipular, por supuesto) para calumniar y levantar falsos testimonios de otra. ¿La razón? Se me ocurren varias: la prepotencia, el ansia de poder, los complejos varios… en definitiva, las miserias humanas que todos, en mayor o menor medida acarreamos.

18 noviembre 2006

¿QUE OCURRE EN UN JUICIO?

Ha querido el destino (tan cruel, a veces) que tenga en mi entorno cercano, un juicio próximo...
Desde que sé esta noticia, no hago otra cosa que darle vueltas a mi cerebrito…
Como en los programas del corazón, no puedo contar mucho más hasta que el presunto “delincuente” haya sido condenado.
Quizás algún día (igual en breve), les cuente con detalles a qué juicio me estoy refiriendo (los que me conocen bien saben que de verdad, no puedo dar más detalles - ¡Cuánto me gustaría!-).
Lo que sí quiero expresar en estas líneas es que siento algo de desasosiego (¡esa es la palabra!) ante lo que pueda ocurrir en ese juicio y, sobre todo, en los días posteriores a ese juicio.
Prometo firmemente contar todo lo que sé, o lo que me dejen contar, si este tema llega a la opinión pública.
Mi abuela (sabia mujer donde las hubo) me decía cuando yo era muy pequeña que los jueces no eran dioses, y esa idea es la que me ronda (de manera premonitoria) por la cabeza… ¡Ojalá me equivoque!
¿Alguien me puede confirmar que la justicia es justa?...
De momento, mi apoyo al que creo que tiene toda la razón…
Ya contaré, ya contaré y ya me dirán ustedes quién tiene o no la razón.

16 noviembre 2006

QUE SÍ, QUE SIGO QUERIENDO ESCRIBIR…

… Te lo juro. Ustedes dirán que poco fundamento tengo pero… como dicen las viejas, las cosas cuando vienen, nunca vienen solas…
Tras varios avatares tecnológicos que me impedían conectarme, de salud, familiares…, parece que puedo de verdad retomar esta faceta. ¡A ver si es verdad que la alpispa empieza por lo menos a aletear, que ya tendrá tiempo de volar!