29 enero 2007

¿Maternidad por encima de todo?


Estos días, las revistas del corazón, la prensa diaria, los informativos en televisión y radio, internet, etc., nos han dado la noticia (cuando menos sorprendente) de la señora española que se ha convertido en la madre más vieja del mundo, al tener gemelos con sesenta y pico de años.
Me he enterado también de que la mencionada señora, mintió deliberadamente en lo que respecta a su edad, en la clínica donde fue inseminada, para garantizar que de todas formas, “conseguiría su sueño”.
No pretendo juzgar (porque no lo he hecho ni con mi persona), el tan manido debate de si tenemos hijos por satisfacer un sentido egoísta, de si estamos mejor o peor realizados cuanto más embarazos y partos pasemos…
Tampoco pienso cuestionar si la ciencia debe o no, hacer “experimentos” de este calibre, porque digo yo que a la señora en cuestión, aparte de la inseminación, debió llevar un complejo tratamiento hormonal durante el embarazo.
Tampoco quiero (ni debo) entrar a juzgar si todo esto podría ser peligroso para la salud de la madre, o la de los hijos. Cada cual asume los riesgos que quiere, puede y se le apetece tomar en esta vida.
La ética del hecho, me importa poco, sinceramente. Pero, creo que sí que hay algo que me llama la atención, que me hace parar, reflexionar, y dudar de este tipo de hechos.
Quizás la Naturaleza (esa que llamamos tan a la ligera “sabia”), haya estipulado que las mujeres podamos ser fértiles hasta una edad determinada por alguna razón (líbreme Dios de caer en teorías judeo cristianas…).
Simplemente me planteo, ¿es justo que estos niños crezcan al lado de una persona que es demasiado mayor incluso para ser su abuela? ¿Esta mujer que ha sido capaz de embarazarse y parirlos (con mucha dignidad por cierto), será capaz de seguirles el ritmo de crecimiento?
¿Es justo que estos niños corran mayor riesgo que otros en quedarse huérfanos en poco tiempo? ¿Es justo que la sociedad tenga que asumir las posibles consecuencias que de este parto tan tardío se deriven?
Si recapacito fríamente sobre todo lo escrito, reconozco que esta serie de “riesgos” también los corren mis hijos, y por tanto la sociedad, y yo no llego a los cuarenta.
De todas formas, lo que sí que no me gusta nada, pero nada de nada (y ya sé que les resulto a veces pesada con este tema), es que la señora vaya ahora de tele en tele (y tiro porque me toca), de revista del corazón, en revista el idem, vendiendo a sus hijitos y su historia (que no digo yo que no sea original) y sacándose unas “perrillas extras”.
Como dice una amiga mía, “el tiempo pone a cada uno en su sitio” y creo que este caso es uno evidente de ello.

Un fin de semana diferente


Este último fin de semana de enero ha sido diferente, y no sólo por la lluvia caída (¡que ya se le echaba de menos!), sino por las cosas que he podido realizar-disfrutar a lo largo de él.
Lo único que faltó (hubiese sido la guinda del pastel), fue poder asistir al blog&gofio, pero no se puede tener todo en la vida y … ¡ya se intentará para el próximo!
Este sábado pude disfrutar alrededor de una mesa con gente amiga, de la de siempre, con unos vinitos y unas papas arrugás (¡a ver que me dice mi endocrina esta semana cuando me pese y me pesen…!). Que rabia da no disponer de más tiempo para que estos encuentros no sean ocasionales sino habituales.
Cuando acabó esa comida, y casi por casualidad, nos dimos un paseo en coche, sólo hasta Santa Brígida, con la lluvia serenita que nos caía, y con una vista excepcional, márgenes de las carreteras escurriendo agua, los barrancos corriendo… sin quererlo, me entró una nostalgia ñoña, que me evocó mi infancia y adolescencia, cuando estos días de lluvia incesante eran más habituales y mi padre nos cargaba en el coche para que viéramos correr el “Barranco Pajarito”…
Un auténtico placer, qué isla más bonita seguimos teniendo a pesar de empeñarnos concienzudamente en cargárnosla…
La foto no es buena (no es uno de mis fuertes), está hecha desde el coche (porque no quise ducharme gratuitamente) y con prisas porque los de atrás tenían algo de prisa, pero, para hacernos una idea, creo que vale.
El domingo, por el contrario, fue una experiencia agotable, casi extenuante.
Se me ocurrió “ceder” ante las peticiones de mi hijo el mayor (el pequeño, afortunadamente, todavía no habla) y consentí a que invitara a almorzar y merendar (más todo lo que conlleva rellenar las horas entre esos actos), a nada más, ni nada menos que tres amigas de su edad.
Bonita experiencia…
Y eso que una esta “harta” de chiquillos pero, no en mi casa, mi casita…
Sobrevivimos con dignidad, unos con más y yo con menos, y me he prometido (a ver si no resbalo como con la dieta) que no se repite por lo menos hasta el verano…

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18 enero 2007

¿En España no ocurre nada más?

¿En este país ya no hay problemas con el paro? ¿Todos/as tenemos garantizada en tiempo y forma la Seguridad Social y sus prestaciones? ¿La educación funciona al 100%? ¿Las viviendas ya están debidamente repartidas entre todos los ciudadanos, en condiciones dignas, por supuesto? ¿Aparte del fin del alto el fuego, del atentado de ETA, y de la guerra actual PP-PSOE, en este país no ocurre nada más?...

Seguramente tenemos los políticos que nos merecemos pero, esto se está pasando de castaño oscuro, y todos como borreguitos posicionándonos que si a favor, que si en contra…

Mientras, la inflación sigue por las nubes, no llegamos en condiciones a fin de mes, pedimos hora para el médico diez días antes de ponernos malos o si no te mueres, trabajamos por sueldos de miseria, y un montón de detalles más (que deben ser etéreos, porque ningún partido político los cuestiona…).

Desde luego, en las próximas elecciones iré a votar (porque como una vez me dijeron, bastante le costó a las mujeres conseguir el derecho al voto como para ahora no ejercerlo…) pero me resulta tan difícil como aprobar química en la carrera, cada vez es más complicado posicionarse en las urnas…

Los políticos se empeñan en que no pensemos en las verdaderas cuestiones que nos rodean durante cuatro años y después, durante quince días nos convencen de lo buenos que son ¿o quizás no?

10 enero 2007

LOS PÁJAROS CONTRA LAS ESCOPETAS…

Estos días, he repetido un ritual que hago desde hace muchos años… preguntar a mis alumnos/as qué les han traído los Reyes Magos. No dejo que cuenten en extenso pero, sí que escojan tres regalos de los recibidos y que los mencionen en voz alta.
Las respuestas fueron de todo tipo…
Cada año consiguen sorprenderme, incluso más que el anterior…
Partamos de la base de que esta “encuesta” está realizada entre niños/as de 10 – 11 años, dato que creo importante resaltar para que “alucinen” como yo con los regalitos…
Las respuestas obtenidas fueron:
· Videoconsolas y maquinitas varias: playstation 2, PSP, Game boy advance, Nintendo DS, Nintendo DS light, Xbox 360, nintendo Wii, Game cube … (¡menudo cursillo acelerado he tenido que hacer hoy para conocerlas todas, con un mínimo de sus características, de cómo se escribían sus nombres y los precios –que por cierto van desde los 60 euros hasta los 300 aprox-¡)
· Ordenadores portátiles, pero no de los de juguete, sino ¡de los de verdad verdadera!
· Mp3 y Mp4, a porrillo.
· Agendas electrónicas.
· IPOD (creo que se escribe así…)
· Móviles, más móviles y más móviles… Según me cuentan compañeros más entendidos que yo en los modelos mencionados, incluso alguno de última generación y cuyo coste supera los ¡600 euros!. A veces, me alegro de no conocer tanto para evitar sufrir con estos datos…
· Una mesa de billar
· Minicadenas (tantas como para igualar los decibelios del Parque Santa Catalina en plenos Carnavales)
· Perritos varios, de los que ladran, comen, hacen pis, e incluso caca…
· Un caballo (de los de verdad, con herraduras incluidas)
· Unos carriles - pista para jugar a los bolos
· Un quad
Cuando pregunté por libros… después del silencio, se atrevieron a contarme que sí, que alguno que otro habían recibido pero, con ese tono de “¡Por Dios, la seño, con libros ahora…!”

Todo este artículo, tiene una segunda parte, la que me sugirió el título.
Hoy,, también, después de quince días de vacaciones, he realizado el examen de recuperación de matemáticas. Para los ajenos a la materia, es una oportunidad más para que aquellos/as alumnos/as que sacaron NM en mi asignatura (matemáticas), puedan superar la materia, lograr los objetivos mínimos de la primera evaluación, en definitiva, aprobar la asignatura, ¡por Dios!
Supongo que ya se imaginarán los resultados: de unos quince examinados, una llegó al 5 dignamente, otros dos, pasaron del 4 (y los voy a dar por aprobados) y los demás del 2 para abajo…
Uno de ellos se atrevió, incluso, a contestarme que “el número 540 era divisible por 2 porque acababa en VOCAL”
Ciertamente, la relación nivel de estudios – gasto medio de regalos por niños, van relacionados de forma inversamente proporcional…
Con este modelo de sociedad que estamos fomentando, ¿no les da a ustedes la sensación de que los pájaros están contra las escopetas? A mí (juraíto por la cuquita del niño Jesús) sí

01 enero 2007

MIS PROPÓSITOS PARA EL 2007

Me estreno en esto de los MEMES. Recojo el testigo de Miguel (aunque no hacía falta recordar viejos tiempos…) Esto consiste entonces en llenarse de propósitos para este año que hoy comienza pero, ¿realizables?, ¿utópicos? Vamos a ver qué sale…

· Me propongo (aunque no sé si saldrá para este año), re-iniciarme en alguna tarea social. Me explico- He llegado a echar de menos aquellas tareas sociales que hacía en mi juventud. No sé dónde integrarme, si en una ONG, en un partido político o en qué pero, he decidido que tengo que mirar un poco más allá de mi ombligo…
· Otro propósito serio es el de cambiar de trabajo. Las razones son variadas y múltiples, y de momento, pertenecen al ámbito personal… ¡Sería fantástico que en el 2007, consiguiera mis aspiraciones empresariales!
· Escribir más, más y más… Este propósito no depende sólo de mí, a medida que mis hijos vayan creciendo y normalizando sus ritmos, podré yo realizar tareas alternativas a la de ser madre…
· Y otro propósito es el de mantener más vivas las relaciones personales con los/as amigos/as. Debe ser un signo de que voy haciéndome vieja pero, me he dado cuenta que cada vez nos damos menos tiempo para echarnos unos rones, reirnos juntos, o simplemente vernos para un café…

¡Ya están hechos los deberes! Costó menos de lo que creía en un primer momento. Ya revisaremos el próximo 2008…

Sentirte del barrio

Reconozco que soy bastante marujona, en cuanto a las relaciones sociales de mi entorno pero, reconozco también que me gusta…
Nací y me crié en un barrio, de los de toda la vida. Bueno de ésos que creo que ya no quedan...
Donde los niños y niñas jugábamos en la calle, donde no había acoso sino peleas (unas veces las ganábamos unos y otras veces las ganaban otros), donde no existía el sexismo, éramos tod@s callejer@s y jugabas al fútbol si se te apetecía, a las estampas o a lo que fuera… No venía ningún otro niño a decirte que esas son cosas de niños o de niñas.
Como iba diciendo, me crié en una zona donde casi todo el mundo sabía de quién era hija, y quienes eran mis hermanas.
En mayor o menor medida, ibas saludando por la calle a casi todo quisque que te fueras tropezando. Preguntabas si “Fulanito” ya estaba mejor, si “Menganito” ya había vuelto de las vacaciones…
A medida que fui creciendo, y llegó el tan ansiado momento de emanciparme, ya era yo trabajadora en activo, y decidí buscarme una casa que estuviera lejos de ese entorno. ¿La razón? Pues que estaba un poco “harta” de que me trincara alguien un viernes a las diez de la noche, cuando me iba de marcha, para preguntarme cosas referentes al trabajo.
Decidí irme a vivir lejos del entorno del centro escolar en el que trabajo para ahorrarme, también el “adiós seño” a grito pelao desde la otra acera…
Estuve un tiempo viviendo en Arinaga, o mejor dicho, paseando de noche y durmiendo, porque mi horario de trabajo no me permitía tener otro contacto con esa zona.
Con mucha pena, al nacer mi primer hijo, me planteé dejar ese maravilloso rincón de nuestra geografía isleña y volver a la capital. Definitivamente no quería tener un hijo cuya vida se le fuera en la autopista arriba y abajo, diariamente.
Desde hace un tiempo, he vuelto a sentir ese concepto de barrio que tenía de pequeña.
Me encanta, lo reconozco, soy así de simple. Me divierte mucho ir al mercado y que los dependientes de cada puesto te reconozcan, te pregunten por tu salud, que sepan quienes son tus padres, que te despachen no la mercancía que tú eliges, sino la que tienen en mejor estado y oculta detrás del mostrador…
Me parece una sensación grata y placentera, independientemente de que con los vecinos más inmediatos, a lo mejor no tenga una relación muy fluida
He vuelto a sentirme arraigada en una zona, y de verdad que me hace sentir feliz…

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